Uno de los objetivos de una inspección técnica de edificios en Madrid es revisar y comprobar el buen estado de todos los elementos estructurales y cimentaciones de un edificio, con el fin de que el deterioro del mismo por el paso de los años o cualquier otro factor no pongan en riesgo la viabilidad de la estructura y la seguridad de los que habiten en él.

Sin embargo, hay ocasiones en que esas revisiones que hacemos Restauraciones Hernández no dan un resultado favorable, de forma que hacen falta tareas de refuerzo de la estructura, tales como los apuntalamientos y las entibaciones, dos tareas constructivas de las que vamos a hablar en las siguientes líneas de esta entrada.

En primer lugar, el apuntalamiento es el proceso por el cual se construye un armazón de puntales que sirve de sostén temporal a una pared o techo que se ha de construir, reparar, transformar o demoler. Un ejemplo característico de ello es cuando se produce un derrumbamiento parcial de un edificio de viviendas y vemos cómo se apuntala la estructura para que los bomberos puedan efectuar su trabajo sin peligro y el resto de vecinos coger sus enseres personales. Pero el apuntalamiento también es una fase importante de la obra, ya que de ejecutar bien este proceso depende que llevemos a cabo los trabajos de edificación con calidad.

Por su parte, la entibación que también realizamos las empresas que llevamos a cabo la inspección técnica de edificios en Madrid consiste en un tipo de estructura de contención provisional, empleada habitualmente en construcción e ingeniería civil, pero en esta ocasión con tablones de madera o elementos metálicos y placas cuadradas, apoyados también por zanjas y desmontes provisionales.